sábado, 18 de septiembre de 2010

ROSA CHÁVEZ [1.172]


Rosa Chávez 



Poeta indígena de la Nación Maya K’iche por línea paterna y Maya Kaqchiquel por línea materna, nació en Guatemala en 1980. Es también actriz y gestora cultural. Ha publicado los poemarios Casa Solitaria (Guatemala, 2005), Piedra (Guatemala, 2009; Costa Rica, 2009); Los dos corazones de Elena Kame (Argentina, 2009). Su obra aparece en las Antologías: Memorias del Festival de Poesía de Medellín (Colombia, 2006), Las Palabras y el Deseo. Antología mínima de poesía guatemalteca (Guatemala, 2006), Libro Abierto, Arte Contemporáneo en Guatemala, Proyecto Mosaico (Guatemala, 2006), Antología El Vértigo de los Aires, Poesía Latinoamericana 1974-1985 (México, 2007), Los Cantos Ocultos. Poesía Indígena Latinoamericana (Chile, 2007), Aldeas Mis Ojos. 10 Poetas Guatemaltecos Después de postguerra (Guatemala, 2007), Adornos de Papel, Memorias del Festival Internacional de Poesía de Quetzaltenango (Guatemala, 2008), Con Mano de Mujer. Antología de poetas contemporáneas de América Central 1970-2008 (Costa Rica, 2008), y en diversas revistas latinoamericanas. La crítica literaria Anabella Acevedo comenta: “Rosa Chávez lleva a cabo a través de la palabra una constante exploración personal que igual toca la temática de la identidad cultural como la de los espacios más íntimos de su ser mujer, a veces con una voz tan desgarrada y explícita que sacude hasta al lector más experimentado. En su poesía, esa desnudez se traduce en un discurso sin exceso de ropajes y adornos, de un sentido narrativo que por momentos le da a sus poemas la calidad de relatos mínimos, o de fragmentos de relatos que van completando una historia”.




Poemas de Rosa Chávez


Dame permiso espíritu del camino
regalame permiso
para caminar
por este sendero de cemento
que abrieron en tú ombligo
por esta autopista de viento
que corta el silencio
permiso también a ustedes
pájaros que rompen el tímpano del acero
permiso piedras
permiso plantas
permiso animales que resisten en la neblina.
Dejame pasar camino
deja que esta rabia que desorbita mis ojos
se me salga en palabras dulces,
palabras finas, zarandeadas, reventadas,
dejame pasar
que mi voluntad no se pierda
dejame cruzar el barranco, la hondonada,
dejame por favor regresar a mi casa
antes de que los volcanes canten
antes de que el discurso de los cerros
escupa en nuestras bocas.



* * *


Chaya’a b’e chwech rajawal ri b’e
Chaya’a b’e kinq’ax na
Kinb’in na apan chi upam ri
Ab’aja b’e
Ri xq’ajow ri amuxu’x
Pa we kaqiq’alaj b’e
Ri ktz’apin uchi’ ri tz’ininem
Kinta toq’ob’ che alaq xuquje’
laj taq tz’ikin ri kkixilij ri ko’alaj ch’ich’
kinq’ax na laj taq ab’aj
kinq’ax na laj taq che’
kinq’ax na laj taq awaj ri kkikoch’ ri sutz’.
Xa kinq’ax na nub’e
Chaya’a b’e chi we ch’u’jarik ri kurech’ ri nuwach
Kel lo chwe pa taq ki’ taq tzij,
Ch’uch’uj taq tzij, e xojowsam, e paq’inaq,
Chya’ alaq nub’e
Mat b’a chja’r ri nuch’uq’ab’
Chya’a la b’e chwe kinq’axej ri siwan, ri jomojik,
Chaya’a la b’e chwe kintzalij chi uwach wachoch
Mojo’q che b’ixan ri ixkanulab’
Mojo’q chi ri kitzijonik ri taq juyub’ chechub’an ulo
pa ri qachi’.


* * *


Sudo
como una olla de barro
no estoy curada
me derramo.


* * *


Los ojos de los desaparecidos
miran hacia adentro
no se pueden cerrar amarrados en el tiempo
flotan sus nombres al viento como bandera de nadie
dicen adiós esperando el retorno.


* * *


Cuestan las deudas
cuestan caro
con la vida
la de los otros
la nuestra
cuesta pagar la existencia
la cuenta abierta del aire y los sueños
los conceptos, la ternura, los signos,
cuesta porque todo vale
y la miseria es una sombra que se extiende
tétrica inorgánica transgénica
en este país que me devuelve lo que se traga
no hay tiempo para pensar
en este imperio que me devuelve lo que se traga
la historia vomita y se traga de nuevo.


* * *


A mi hijo…
Injerto de mi carne
sos mi cuarzo, mi coral,
la obsidiana pulida donde me reflejo
la perpetua perforación de mi corazón.


* * *


Elena Kame es un hechizo, muerde con su boquita canina , su saliva conduce al gran río, hacia profundas cuevas y altos cerros, su amor es un encanto que ciega el camino adormeciendo las razones de la cabeza, su voz quebranta los huesos de la melancolía devolviéndose en murmullo y carcajada, sus uñas saben a chile y a cacao, traga en fluido de lava, sella con cera de abeja, dedica sus lagrimas a los símbolos arcaicos de la tristeza, cuerpo de lluvia invisible dibuja tumbitas de colores y pinta sus mejillas con achiote, indescifrables estrellas de papel brillante le adornan la sien, su rostro es la máscara caustica y burlona de la memoria, envuelve sus corazones con hoja de tusa perforando delicadamente los pezones del sonido, enhebra latidos que lucen como cuentas de collar antiguo, hace sonrojar a las espinas amando con la tenacidad de quien ha bajado descalza y desvanecida los nueve niveles del inframundo, Elena Kame se desborda como al principio de los tiempos en el gran final de los tiempos, su espíritu es hechizo y encanto a la vez.


* * *


Las piedras fuimos marcadas con hierro candente
quemados nuestros ojos
vimos con la mirada volteada
agujeros negros
tragándonos en la infinidad
la muerte chineaba nuestra desgracia
su perro lamia nuestras heridas
escupiendo
nuestra conciencia lacerada
ya el sabor de la tierra no era el mismo
los frutos caían antes de madurar
a escondidas fuimos creciendo
gota a gota en lo profundo de las cuevas
así fue como nos envolvió el silencio
del gran comienzo.



* * *


Este infierno es pequeño,
más bien chiquito,
chiquitío pedazo de tierra sagrada
donde se calcinan los sueños,
aquí las cabezas son pelotas
los dedos espinas
las piernas machetes
todo tiene filo, todo corta,
todo se debe
es un infierno pequeño
nos vemos las caras
sabemos nuestros nombres.


* * *


Patoja de piel invertida
mudas amantes
cuando las serpientes cambian de piel.


* * *



Hablame en el idioma del tiempo
sacudime en el silencio de las estrellas
despertame temprano antes de volver a dormir
para amarte con mi lengua domesticada
para que tu voz descalza juegue en mi cuerpo
hablame con la lengua del sol
decime palabras verdes que me maduren en la piel
junta tu nombre con el mío
quereme también con tus dos corazones.


***

Dejo tirada esta piel que ya no me pertenece
esta piel abandonada testiga de otra muerte
alguien encontrará mis escamas tiesas en el corazón de las sombras
alguien me quitará tres colmillos para su medicina.
Volveré entonces a parirme con los ojos abiertos
volveré a cicatrizar como gusano de fuego
volveré a estirar mi lengua para hacerle cosquillas al pasado
ya no soy esta piel abandonada
contraigo los músculos con dolor
estoy naciendo.

                (de El corazón de la piedra, 2010)


***



El espíritu  se va si no lo cuidamos
agarra su propio camino si se incomoda
toma su propia medicina si se enferma
se va como si nada, pasando sobre el mar
no dice adiós
se aleja sin remordimientos,
sin culpas
en su ausencia
dejamos de ser sagrados
nos volvemos algo sin nombre.

                (de Piedra Abaj’, 2009)


***


Me gusta besar  cicatrices
allí donde la piel se hace más fuerte
allí donde los recuerdos son visibles
cicatrices de todas las formas y tamaños
pequeñitas sobre los labios
en los párpados, en la miradas,
me gusta besar cuerpos mapeados
pintados con el filo del destino
me gustan las cicatrices
porque allí el dolor encontró su forma
creciéndose de nuevo la piel
haciéndose más fuerte la piel y el corazón
justo donde hubo sangre, donde hubo herida



***


Soy una anciana en un parque
el futuro se deshace en mis arrugas
alimento de mi mano las ilusiones que destruyen el techo del cielo
mi sonrisa leve y permanente toma el sol
los recuerdos son niños que me trenzan el cabello
mi mirada perdida se encuentra hacia adentro
soy una anciana en un parque
una vieja que revela su nombre al mundo extraño
camino con el vientre vacío
y las enormes ganas de voltear al mundo
cada día me vuelvo más pequeña
cada día mis huesos disminuyen
cada día mi memoria se apolilla
ya no reconozco el gesto de las manos
paso la tarde enhebrando la aguja del silencio
vuelvo a la ingenuidad del calzado pequeño
y afortunadamente he perdido la capacidad de morir por alguien
soy una anciana en un parque
una mujer con la vida jorobada
una siniestra mirada libre de culpa
tengo dos piernas de carne
y una de madera tallada con el rostro de mi amor
soy  todas las de mi especie
y clamo por cada una de mis vidas y mis muertes
finjo que no tengo miedo y en realidad no tengo miedo
Soy una anciana en un parque
los años solo confirman la edad de mi secreto
me entrego sin reparo al destino
ya no me atormenta el pasado
estoy dormida hace mucho tiempo.






.

2 comentarios:

  1. están geniales estos poemas, es cierto de verdad te llegan al alma esos ori

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  2. Esta mujer escribe con la fibra del corazón y la esculpe en madera, árbol, pájaro. viento, flor...Realmente es un asombro íntimo poder refrescar el alma con el paso de estos poemas que entran para quedarse, dentro, muy adentro...

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