lunes, 26 de junio de 2017

GIANCARLO MICHELI [20.237]


Giancarlo Micheli

Giancarlo Micheli nació en Viareggio, Italia el 3 de febrero de 1967. Se dedica a la escritura, en verso y prosa.

Después del debut en narrativa Fucking fist (Baroni, Viareggio 2003), ha publicado tres novelas: Elegia provinciale (Baroni, 2007; seconda edizione Fratini, Firenze 2013), Indie occidentali (Campanotto, Udine 2008; premio internazionale “Nuove Lettere”, XXII edizione), La grazia sufficiente (Campanotto, 2010). 

También ha publicado libros de poemas Canto senza preghiera (Baroni, 2004), Nell’ombra della terra (Gabrieli, Roma 2008), La quarta glaciazione (Campanotto, 2012), Elegia provinciale (Baroni, 2007; Fratini, Firenze 20132), L'evoluzione delle forme poetiche. La migliore produzione poetica dell'ultimo ventennio (1990.2012) (Kairòs 2016), Memoires (Limina Mentis 2014), Keffiyeh intelligenze per la pace (Cfb, 2014), Il fine del mondo (Ladolfi 2016). 

Sus poemas aparecen en antologías L’ora d’aria dei cani (Baroni, 2003), Altramarea – poesia come cosa viva (Campanotto, 2006), Atti di Altramarea e Argonauti nel Golfo degli Dei (Arcipelago, Milano 2010),L’evoluzione delle forme poetiche (Kairós, Napoli 2013), e su alcune riviste letterarie: Poesia di Crocetti, Pagine, NLE, The Waters of Hermes, Isla negra, Il Convivio, Levure littéraire, La Urraka. Suoi articoli e saggi sono comparsi sulle riviste Zeta, La Mosca di Milano, Il Convivio, Erba d’Arno e nei volumi Percy B. Shelley – il cuore e l’ombra viva (Pezzini, Viareggio 2007) e Il Mito nel Novecento letterario (Limina Mentis, Monza 2012).


Gnosi

Fue en el encorvarse de una sombra
En la ventricular trama invisible
Desde el momento en que más no los defiende
La separación de las aguas
Del olvido a la memoria
En una teurgia de extravío disiparon
Y tan sólo los custodiaba
La inconsistencia de maneras y aficciones
No menos secreta una constelación
Los abría a la futura libertad
Y en breves señas del alma
Conformes se dieron a un diálogo
Y el joven Elis daba testimonio
Vago por la naturaleza de los miembros
En un azul suspiro de disueltos alisios
Y vinieron delante la suerte y el destino
Sobre un vértice de luz
En un lugar de sus rostros
Se abrió de los labios un aéreo nutrimiento
Así que crecieron en sentir
Más allá de los apresados márgenes del ser

(traducción de Silvia Longohni, Agustina D’Andrea)





Democrático ocaso

El disco del sol es una arma
En las manos azules del ocaso
Y en ese parar se muere
Un verano intempestivo
Donde la ciudad es más espesa
De cemento y de la manque de las plazas
Cuyos margenes asustados evocamos
Nosotros empollando ansia y espera
En las cáscaras de infringida carcajadas
En los lagrimeados cristales del mistral
U en la acostumbrada metamorfosis del día
Y ya decir no puedes
Por quién l’aurora viene
Galopando sobre grupas de rosadas campituras
A lo largo de los cambiantes prados del cielo
No suscitaremos la tormenta
Ni en escena la pondremos
Construiremos jardinos
No pequeños sino amplios
Hasta donde sientes
De arboles y pensamientos
Hombre u mujer
Que tienes tus pies
Sobre de esta tierra

(traducción de Giancarlo Micheli)





Antes que la memoria anude
Su punzante selva de reflejos
Sabíamos
Entre la vocal de los alpes y la consonante del mar
Cuando de un grumo de sal y de viento
Alguien nos condujo a su casa
Al lento anochecer los flancos de la colina
Donde el sol posaba su triste polvo
Sobre los laureles y los olivos y dormía
La vid sobre las pérgolas de próximos sueños

Y zarparemos de nuevo hacia el claro origen
Hacia una tierra ultramarina que aviva
Nuestro fuego y allí regiremos
En el final y en el principio

(traducción de Silvia Longohni)





En el respiro del mar tendido
Remontaré a mis flancos el viento
A lo largo de otras crestas que no ves
Porque en guarda las tiene la tierra
Para cubrirlas de una secreta primavera
Donde florecen los pensamientos de los amantes
Y cuando alguno te pregunte parte y acciónes
Para que se escuden días de inoxidables intencíones
Si lo quieres podrás yacerme al lado
El rostro al oriente y las ramas
De tu tronco de araucaria hasta el sol
Aplacadas y buscadas en la luz
Así crecerá el arbol en la pura mutación

(traducción de Silvia Longohni, Giancarlo Micheli)




No ser

Ahora sé que todo es verdad
Moriré en una tarde de verano
Y no me salvará ningún verso
Si vuestros corazones permanecen mudos.
Moriré debajo de un plátano entre cuyas hojas
Se marchita una luna menguante
Y de mi sangre quedará una leve lontananza
Y no me salvarán quietas figuras
Que tengan memoria de mi sangre
Y seré nada como ahora
Olvidado en una nube de prácticas
En el cuenco de mi cráneo
Beberán los pájaros mi voz
Y ninguno habrá sabido
Si todo ha sido verdad

(traducción de Silvia Longohni)




Antes de la lluvia

Al matrilineal reclamo de los pájaros
En el aire recubierto de azul 
Bajo refugios de tejas y pérgolas
Se despertaron
Y una olorosa brisa sentía
Los labios de las ventanas entreabrirse
Dentro era toda una fiebre de cuerpos
Desnudándose de semanas y de meses
En una sombra cortés descansaban
Entre las barandas y los muros abritados
Donde jugaban el sol y la piedra
Y se confesaban en el mayor secreto
El deseo de hacer crecer la hierba
Desde el patio hasta la eternidad

(traducción de Silvia Longohni)




De los principios de la economía familiares

Se trata de investir
Por una investidura
Una aparencia vistosa
Aventurarse a la vista
Envueltos en un rostro
A veces revueltos
Por una justa falta de palabra
Que valga y no desagrade
Y todo eso me apena
¡Mala pata pero ánimo!
Sobre el verdadero oro haremos agio
Hacia el fin del viaje
Y cantaremos aún
Que venga enhorabuena
La muerte y su guadaña

(traducción de Silvia Longohni, Giancarlo Micheli)




PRIMA DELLA PIOGGIA

Al matrilineare richiamo dei passeri
Nell’aria catafratta d’azzurro
Sotto asili di embrici e pergole
Si risvegliarono
E un’odorosa brezza sentiva
Le labbra delle finestre schiudersi
Dentro era tutta una febbre di corpi
A spogliarsi di settimane e di mesi
In un’ombra cortese sedevano
Tra le ringhiere ed i muri sbreccati
Dove giocavano il sole e la pietra
E si dicevano in gran segreto
Di voler far crescere l’erba
Dal cortile all’eternità

(giugno 2005)





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domingo, 25 de junio de 2017

DANIEL ACEVEDO [20.236]


DANIEL ACEVEDO

Daniel José Acevedo (Medellín, Colombia 1986) Historiador de la Universidad Nacional, magister en estudios literarios y tallerista de escritura creativa en el Retiro desde el 2014. Pertenece al comité editorial de la Revista Innombrable. Ha participado del I Encuentro Nacional de Poetas Jóvenes 2014.

Sus poemas y escritos han salido en varias de sus ediciones. También ha publicado en la Revista Homo Sacer de México y la Revista “Coma” de Argentina. Ha participado del I Encuentro Nacional de Poetas Jóvenes 2014 y en el evento Nuevas Voces de la Poesía en Medellín en el marco del XXVI Festival Internacional de Poesía. Hizo parte de una novela colectiva llamada “Ella, La puta” de actual circulación en la Argentina y ha participado en varios talleres literarios de ese país. Tiene un libro de cuentos inédito llamado “El Ferrocarril de los sueños perdidos” y un poemario inédito que se titula “Los Rituales del Viento”.

Maneja un Taller de Escritura Creativa. Aquí su blog: http://deveniresprosaicos.blogspot.com.co/.




Devenires Prosaicos (poemas de Daniel Acevedo)


ABISMO LUNAR

Y entonces miraba perdidamente aquel punto sonoro. Intentaba descifrar el acertijo que me presentaban aquellos labios, dos pequeñas puertas de cristal que se abrían y cerraban en un torpe concilio de palabras, un discurso que hablaba de un “nosotros” pero que quería decir “yo”. Cuando la voz se apagaba solo quedaba el horizonte de su rostro: pequeñas dunas y montañas por donde habían fluido alguna vez corrientes de luz. Pero estas ya no estaban, el suelo se había secado y fragmentado, la esperanza se diluía por las grietas de la decepción. El silencio imperaba, como un dictador somnoliento, ordenaba a la voz obedecer su régimen, le hacía caminar lejos, por los senderos del eco, para perderse en una búsqueda sin fin. Pero él, aquel hombre, seguía allí parado, un poco terco, nadie más podía llevar a cabo su misión. Y esa era una verdad temblorosa, una verdad que desestabilizaba la columna central: nadie más podía quitarse la manzana de la superficie de su rostro, nadie más podía encontrar una cuerda que amarrara los dos lados del abismo lunar. Nadie más podía convertirse en funambulista, intentar cruzar al otro lado, aceptar el riesgo de caer y hundirse, entregarse de lleno a la ausencia, a una criatura que devora gatos, recuerdos y almohadas, a una oscuridad que se expande como un torbellino bajo las cuevas subterráneas de la piel.




ASFALTO

Juan se desplomó en la calle. Su cuerpo no aguantó y cayó en el asfalto. Pequeños ríos de sangre desembocaron en las alcantarillas. Abajo, en las cloacas, el olvido se alimentaba con voracidad. Sólo lo recordarán su familia y amigos.
Pero, nadie recordará a Juan, estudiante de tercer semestre de arquitectura. Nadie recordará que le gustaba ir a cine a ver películas de Almodovar y Roberto Benigni. Nadie recordará a Juan y su baile de celebración cuando el Atletico le metía cinco a Millonarios, ni sus besos azucarados y su fetiche por las orejas femeninas. Nadie recordará su pasión por coleccionar tapas de refresco, ni sus pegajosos riffs cuando tocaba el bajo. Nadie recordará a Juan y sus estadías en el parque Malibú. Allí, prendía un cigarro, se recostaba en el banco y miraba absorto las estrellas.

Nadie recordará a Juan. Pero sí lo recordarán los gallinazos que sueñan con una cena memorable. Sí lo recordará la gente ensimismada que rodea su cadáver y disfruta del teatro de la muerte. Sí lo recordará el periodista del boletín informativo que toma fotos para el morbo. Sí lo recordará la lluvia que cae a cantaros y llora lo no-llorable. Sí lo recordará el espejo en el que se vio antes de salir ese día para su trabajo. Sí lo recordará la bala perdida que desvió su camino y atravesó su cabeza de lado a lado.

Y Juan lo sabe. Lo sabe todo. Lo sabe mientras cierra los ojos y se entrega al abismo y al silencio. Lo sabe, pero pronto lo olvidará.




EL REDENTOR DE ESCARCHA

Todo poeta tiene, potencialmente hablando, persiguiéndole en la penumbra, un vehículo, un carro de escarcha. Es el emisario del silencio, el ángel que aparece en el instante preciso, el toro con cabeza de hombre, el redentor de su alma sensible y torturada.

Pronto caerá la ciudad, la muralla de cabello, piel y palabras. No hay voz o suplica que valga ante el ariete del olvido, ante su golpe que aniquila el fuego inmanente, la vitalidad, nuestra admirable insignificancia.

¿Qué rostro tienes redentor mío?




Trayectos nebulares

Hoy he decidido arrancar las cortinas que esconden el universo. Su vista turbia, sus pliegues danzantes, ya no pueden afectarme. Salgo y me paro sobre la cornisa y salto por encima de los microabismos de runas y cemento. He visto la sombra de un pelicano que cruza la ciudad primigenia, aquella bifurcación nebular, un cielo sin brazos. He deseado mientras cruzaba mis dedos, y mi tacto diluía una barrera sin nombre, provocar ligeros cataclismos. He buscado un poco de un “yo” difuso perdido en el eco proveniente de un espejo roto.

Soy un caballito que cabalga las corrientes del cosmos y, se agita, con la danza de los nenúfares, la estela que deja con sus pasos, una mujer con ojos de ocelote. Mujer que es una y doscientos setenta y siete y se balancea en una hamaca que cuelga de los pilares del templo. Quizás, con un poco de suerte, logré descifrar la escritura cuneiforme de su abrazo. Entender porque no se cae, cuando yo torpe choco, con los cimientos de su cuerpo, polvo volcánico que simula ser piel y forja una escultura de carne.




Espectador de lo inefable

Mi abuelo es el páramo y mi abuela la fría brisa que sale de los entresijos de la montaña. Me han bendecido con su aliento fecundo mientras me bañaba en un riachuelo en Santa Elena. Quiero pensar por un instante que es posible esbozar un rostro con las piedras cercanas. Que es posible pensar en un lienzo que, mirado desde la bóveda celeste, sea digno de un museo de criaturas astrales. Allí, regocijados, con un sexto dedo apoyado en el mentón, se burlan de los colores extintos de las metrópolis y de la insignificancia de nuestros rezos. 
Aun así la brisa sigue soplando y toca sus pómulos. Aun así la brisa sigue…y trae un canto ancestral que evoca un paraíso perdido.




Aborto de los nimbos

Adentro, en el útero de la niebla, crece el feto de un burócrata. Tiene sombrero,  maleta y abrigo, del color del tucán. A su lado, una anciana le canta una nana en código binario. Sus ojos se abren y cierran, como dos ventanales, de dos solteronas, el día de San Valentín. Sus piernas se doblan y simulan ser arcos romanos para sostener un acueducto de sumas y restas. Sus manos intentan alcanzar una birome imaginaria para escribir un inventario, interminable, de suspiros bajo la lluvia.  Y pronto, cuando se escuche el aullido del semáforo, el parto iniciará. Se abrirán las puertas giratorias y la niebla desaparecerá.




537

Me ha tocado el turno quinientos treinta y siete. Tres horas y cinco minutos serán, quizás, tan sólo el inicio que saque a los primeros cincuenta caminantes fuera del escenario y el telón. Sólo sé que tengo quinientas treinta y siete razones para manifestar mi desprecio. Quinientos treinta y siete augurios de que no se abrirán los labios verdes y que, mediante un corto manifiesto y una falsa danza de papeles ambarinos, se me obligará a abdicar. Para volver luego y volver a empezar el ciclo. Quizás ya no sea el quinientos treinta y siete, sino el cuarenta y cuatro o el doscientos ochenta y dos. Poco importa, si se piensa, los números como las bisagras de un laberinto y la larga espera como un formulario que nunca se termina de rellenar.

¿Cuánto llevo aquí? ¿Dos, tres, cuatro horas? Quinientas treinta y siete conversaciones con el techo que ya no puedo recordar. Quinientos treinta y siete maldiciones que he lanzado contra el azul infausto de su oficina y sus corbatas que se asemejan a horcas para pájaros. Sacrificar un ala, registrar y consignar como pago la pluma quinientos treinta y siete, el aviso de “No se aceptan soñadores” está colgado en el gran portal. No hay un lugar para la palabra y el diálogo en el piso diez. Los vidrios de las ventanas están blindados contra las suplicas de una madre enferma, las lágrimas de los estudiantes y los aviones de papel.

La celda número quinientos treinta y siete es habitada por el cadáver de una quimera y dos gnomos barbados que registran con furia, en un folio largo, las quinientas treinta y siete veces que el viento choca contra las paredes de la prisión. Sus barrotes son intereses al doscientos por ciento que se cobran a las nubes por dejar pasar, por pequeñas aberturas, la costosa luz del sol. Quinientos treinta y siete mil pesos dice el hombre obeso de camisa de rayas es la cifra a pagar. Quinientos treinta y siete mil pesos que se repiten cada mes, un miércoles cualquiera, y que traen el advenimiento de la catástrofe, de la lluvia en las mejillas, del silencio incomodo que se extiende entre los esclavos del capital.




La Danza de los Espejos

En la colina sinuosa de Salamina
van rodando los espejos
unos, lentos, disfrutan el ritmo de las sacudidas
otros, con más prisa,
Caen, danzan y aceleran
como torpedos en el báltico

Ruedan, ruedan, los espejos
como planetas por fuera de su eje
como canicas bajo la lluvia
Ruedan, ruedan, los espejos
con el recuerdo del último rostro
y los cuerpos que desaparecen

Ruedan como protesta
contra la imposibilidad del desdoblamiento
un grito sale de sus grietas vidriosas
"Soy yo"
"Existo"
"Mis dedos son callosos y respiro el mismo aire"
"No soy tu reflejo"

Ruedan, ruedan, los espejos
sin saber que habitan la ilusión del movimiento
Ruedan, ruedan, los espejos
caminan los senderos de los hombres
y se estallan, como caracoles salinos,
Al llegar al pavimento





CLEPTÓMETROS

Un cleptómetro se posa en tu rostro
Te roba los ojos, la piel y la voz
Desarma tu lengua de palabras
Luego escapa y se escabullé 
En medio de las calles
De la ciudad del río
De la urbe de la luz.
Un cleptómetro vuela silencioso
Se mueve como un fuego fatuo 
Aparece en un breve estallido
Desaparece en la bruma
con un parpadeo agitado
o una canción de desamor.
Un cleptómetro sube por un cabello
De la montaña asesina
La parca muerte ha iniciado su discurso
Y las balas son una audiencia cumplida
Que no ven al pequeño clepto
Que excitado les roba su voz.
Un cleptómetro camina los senderos
Del cuerpo de una mujer
Navega el río que va 
de su espalda a sus nalgas
Se alimenta de suspiros y besos
Desaparece en medio de la lluvia
De las sábanas mojadas
Un cleptómetro defeca en un confesionario
Allí no puede alimentarse
Palabras travestidas
Palabras maquilladas
Palabras que les falta la pimienta
Del verdadero dolor.
Un cleptómetro casi es aplastado
Por la multitud en el metro
Metidos en sus hipnóticos rituales
De apretar teclas de símbolos
Para intentar ocultar el abismo
de su soledad de cristal.
Un cleptómetro saborea
Un helado dulce y frío
Son las palabras y el llanto
De una madre que perdió a su hijo
En la guerra del tráfico 
De esperanzas de salvación.
Un cleptómetro llega a su colmena
Aglomera las palabras en pequeños agujeros
Guarda alimento para el invierno
Y le da sopa a sus pequeñas larvas
Que sacan sus dientes
Y sonríen satisfechas.
Y en la ciudad solo queda el silencio
Ya no hay cleptómetros
Ni palabras
No queda nada
Más que el susurro del viento
El olvido y el adiós.










-

TINA ELORRIAGA [20.235]


Ernestina "Tina" Elorriaga 

Tina Elorriaga nació en Darregueira, Argentina, en 1954. Es Educadora Social. Fue publicada en antologías y tiene inéditos libros de poesía, y de cuentos para niños.

Reconocimientos obtenidos: Tercer Premio de Poesía, Concurso Nacional Café de los Sueños, Córdoba, 1995; Primer Premio Poesía –Concurso Nacional AIBA  -Ayacucho-Buenos Aires, año 1996; Primer Premio Provincial de Poesía, Colegio Farmacéuticos de Córdoba, año 2000; Mención Concurso Nacional Abuelas de Plaza de Mayo, Cap Fed, Buenos Aires, año 2002; Mención Premio de Poesía Concurso Provincial  Luis de Tejeda-Córdoba año 2003; Segundo Premio Poesía–Concurso Jorge Barón Biza  Feria de Arte, Córdoba – año 2003; Tercer Premio del XIV Concurso Nacional de Cuento y Poesía Leopoldo Marechal  - Morón-Buenos Aires,  año 2008. 

Participó Encuentro de Poetas con la Gente, Cosquín, Feria Internacional del Libro de Córdoba, Festival Internacional Poesía de La Habana, Cuba, Palabras de Poeta, Escuela de Lenguas de la UNC- Córdoba, Encuentro de la Palabra, La Paz, Bolivia, Festival Internacional La Palabra, Ríosucio, Colombia y otros.



-I-

Bendita seas  Virgen de la niebla que me arrinconas
y como si mi cuerpo fuera un tajo en la hostia                    
me hincas nievemente de luz
me dejas ciega 
haces de mi mudez de dromedario un leve trazo (o) un ideograma

Y  estallo 
en rosa   en intemperie
en  palabra


-II-

El miedo no pudo burlar el ojo de la trampa     
una mariposa ciega cayó a la nada                                                         
los cerrojos ardían como una rosa de fuego en el desierto

Era  el país de las maravillas
con las campanas doblando el bronce de los días
                                                                                                        
Entonces   ella     la palabra      
la descarada 
la que camina a cuatro patas por el guadal y sin pudor amanece dormida en los burdeles
la inequívoca de los ojos vendados 
 desplegó sus alas ante mí

y dijo    calladita        jamás


-III-  
                                                        
En la seda del lomo de mi gata aguardo un movimiento 
la insinuación de una metáfora   el extravío de alguna aliteración

 versos de arte menor   arte  mayor 
o un susurro prendido con garras a la garganta de la noche
“ sinalefa sinalefa  desafinada ven a mí”- grito con voz de perro
“hipérbaton  regrésate” 
pero la hoja persevera en su impertérrita palidez de otoño

Lo confieso
 cuando te veo desnuda y te cubres con la ropa gris de mi tristeza
 siento que en tu silencio habita el  miedo.


-IV-

Con una flor en el pelo y el cayado colgando de tu mano
 golpeabas la espalda de la noche

Ibas vestidita de ciega
pero traías en tus ingles el fuego de una hembra en celo,
mis manos deseaban asir tu cabellera,
tu paso de terciopelo en la cara más nieve de la luna

  
Estás esquiva,  sin embargo, persisto,
me busco y te busco en la nitidez cotidiana del espanto
 en la nada que el espejo devuelve a mi rostro

endemoniada


-V-

Como  la primera gota  que da sentido a una tormenta
o el colibrí  que hace posible el néctar del tiempo,
soy la escama necesaria de un pez que gravita en círculos de hielo  
       
Peregrina y misteriosa  aguardo tu regreso,
llevo el temblor de tu huella de sal refugiada en los brazos

Palabra 
Cuánto tiempo ha pasado   desde la noche que  dormí
acurrucadita entre tus brazos.


-VI-

Palabra, 
barquito de papel 
que en el filo de un acantilado sin rumbo navegas


-VII-

Ajeno a su destino, el viento, 
 hiere el ramaje de los árboles y el piar del pájaro en su nido

Apuñálame sin estremecerte
y permite que en lo más profundo de tu rostro 
pueda ver al ángel de la guarda

 Palabra            tu estocada será  gracia

No desearé venganza   
cuando dejes caermi el corazón 
el peso de la piedra que arrojo, porque creo estar libre de culpa, 
te sabré ajena a tu destino

Será la gracia dada de beber en ti.


-VIII-                                               

El mantel de hilo tenía flores azules
y agitado descendía estremeciendo el aire

Los brazos de mi madre repetían el movimiento

Mis ojos iban
al mantel     los brazos   las palabras

No sé  qué vientos precipitaron 
de repente
el derrumbe de las flores azules

la nada                 sobre esa mesa.


-IX-

Juan Gelman juntó en  las brasas de la historia  
héroes olvidados,
la luz reptando el fuego del combate
la palabra

y del amor 
 juntó los huesos
huesitos cargados de memoria

Juan Gelman se astillaba los ojos recordando

Con el filo de su tristeza escribió el nombre de su hijo 
en un pañuelo blanco.


-XIV-

El vértigo del precipicio me sacude las vísceras,
mi corazón  bombea a destiempo,
resopla azul   late descontrolado     escapa de mi  boca

Al fondo de la quebrada,  la seducción de una palabra 
me enamora, y como  la cola de un vestido de novia,
se insinúa infinita

Al borde del abismo,
desespero

https://www.festivaldepoesiademedellin.org/es/Festival/27/News/Elorriaga.html








*

DANIELA GUERRERO [20.234]



Daniela Guerrero 

DANIELA VIVIANA GUERRERO GONZÁLEZ. (Lota, 1981) Nace en Lota, Chile en 1981. Poeta y Profesora. Actualmente becaria Conicyt, cursando Magister en Literatura hispanoamericana en la Universidad de Concepción. Formó parte del grupo literario “incinerarte” con quienes editó una pequeña revista literaria (2003). Integrante del colectivo de arte Caserío entre los años (2007-2012) donde trabajó en la producción y reflexión en torno al arte y al patrimonio. Algunas distinciones y/o Publicaciones (1999) Mención Honrosa en Concurso Regional Cuento Joven de la Corp. Balmaceda 1215 (2004). Primer lugar en Concurso Regional de Poesía Joven “Centenario De Neruda”, Balmaceda 1215 (2012). Seleccionada en el II Festival Internacional de poesía Grito de mujer.

Publicada en Antología histórica de Balmaceda Bío Bío. (2015) Antología: cuentos, leyendas, poesías y relatos de escritores Lotinos (2011). El libro de poesía “Aguas cercenadas”. Además de participar activamente en diversos encuentros, lecturas, producciones y reflexiones en torno al arte, la literatura y producción cultural. etc. Actualmente prepara la publicación de su segundo libro de poemas.



“Obsesa de reflejar el 16 de abril de 1997 no documentado”: Reconversión de Daniela Guerrero

Por Gloria Sepúlveda V.[*]

En este libro, Reconversión (Alto Horno, 2017), se aúna a la poesía, el férreo ímpetu de la autora por mantener  la memoria lotina, valiente enclave de nuestro territorio, en cuyo centro latieron tantos corazones de hombres, mujeres y niños que impulsaron el progreso de este país, Chile, entregando sus vidas sin participar jamás de los frutos de su arduo esfuerzo en las entrañas de la tierra, expuestos a inminentes peligros y malos tratos. Basta recordar los maravillosos y terribles relatos de Baldomero Lillo (Sub-Sole y Sub-Terra) o publicaciones recientes como la novela gráfica Lota, 1960 o los pasajes de la Balada del señor cuervo (2016) de Greta Montero referidos a Coronel y Lota. Expresiones que al igual que Reconversión tienen por objetivo supremo proteger una memoria que resiste, como tantas hoy, a la borradura histórica y social del pasado reciente de nuestro país. Así, la poeta cobija y resguarda, desde la casa del lenguaje, un episodio clave de su historia, atenta a todos los signos: “La ciudad como un marco ordena los trozos del pasado.Post – neo- cierre- ruina”./ De casa a la industria/me permito ser habitante del momento de la duda” (21).

Instalada en esa incertidumbre, la poeta observa críticamente el cierre de las minas y el declive que significó para miles de familias, no sólo padecer un arduo trabajo, sino quedar expuestos al abandono y el olvido por parte del Estado chileno: “Con el peso de una historia hecha panfleto comercial” (29). El libro entonces, registra, como un documento poético el cierre y fin de las minas, acompañado de la ilusión de una reconversión, que al igual que la alegría prometida, nunca llegó: “El origen fue la reconversión de una ruina anterior a ésta./ Louta, nadie te conoce sino de color negro” (48).

Sin embargo, la poeta hace posible la permanencia de un pueblo en el registro de su cotidianidad: “Resistencia no es sino esperanza. Por eso me quedo, por eso hablo, por eso habito” (52). Así, revela que el patrimonio no es sino la farsa política, el eufemismo de la borradura, la misma que anuló el salitre en el norte. La poeta, cobijando con su palabra –memoria, logra permanecer en la naturaleza, el mar, el carbón, las mujeres que ofrecen su pan, el hombre sábado que vende cachivaches, la feria, Chalo, el vendedor de helados y boxeador, el hombre que vende berlines, los evangélicos, los perros y los niños, configuran, en cierto modo, una resistencia a la borradura impuesta por el progreso. Hombres y mujeres que con su esfuerzo impulsan un territorio que no cede a la ruina. Reconversión es un libro que se escribe junto a la memoria de miles que se actualiza en la lectura y que hace justicia en cuanto devela la borradura que cubre a Lota, cuya reconversión será dada por la palabra y la historia convertida en poesía.



Reconversión de Daniela Guerrero. 
Editorial Alto Horno, Concepción, 2017.
102 pp.


[*] Gloria Sepúlveda V..  Concepción, 1985. Profesora de Español, Magíster en Literaturas Hispánicas y Doctor © en Literatura Latinoamericana por la Universidad de Concepción. Poeta e investigadora.







Desproceso – Desestructura
Daniela Viviana Guerrero González



“Cuando pienso cómo fui de estudiante, que relaciones establecí y que aspectos de mi vida son en el ámbito del arte los más rescatables, siempre llego a la misma conclusión, si no hubiese visto, oído, participado y conocido a quienes conocí, nada de lo que actualmente hago tendría sentido”

(Lota, martes 10 mayo 18,30 hrs.)


…Me y nos pienso –explayando sobre recuerdos –releídos –corregidos –meditados –intentando comprender –un mapa mental repleto de escalones –algo de memoria –algo de reflexión…
Algo de verso
Carrusel de acontecimientos del pasado que se concadenan entre lo público y lo privado…
Un entramado
Un suspiro personal, anécdota de un
Momento
Mujer de un tiempo, habitante de un espacio que se construye y destruye en etapas. Una comuna que vivió por años a la sombra de una empresa minera que cerraba sus puertas debía reconvertirse. ¿En qué? Nadie tenía muy claro el tema, la única certeza que se abraza entonces desde lo alto era que todo iba a cambiar.
Reconversión era la palabra.
Talleres artísticos, colectivos culturales, política que instrumentalizaba por medio del arte, arte espontaneo, arte político, arte académico, verso con o sin sentido, discurso profético u oportunista. Movimiento poético, circulación circense, popular y académica, para donde mirase existían vestigios de un movimiento que nos y me hacía pensar que el arte era una práctica cotidiana. Tuvimos al alcance de nuestra formación y crecimiento casas de la cultura con vida real en donde el artista docto conversaba sin dramas sobre teorías que el artesano no comprendía, pero venía ejecutando desde siempre. Talleres de pintura, xilografía, teatro en todas sus manifestaciones, fotografía, escultura y poesía.
TODO GRATIS, LLEGAR Y LLEVAR, LLEGAR Y APRENDER. LLEGAR Y LEER. LLEGAR Y SENTIR. LLEGAR Y VIVIR. LLEGAR Y CREAR.
LLEGAR Y ENCONTRAR–SE/ ENCONTRAR–NOS/ ENCONTRAR–ME
Radios comunitarias en las que se podía experimentar, agrupaciones de artesanos y artistas populares que daban y permitían la cabida de seres que anecdótica, casual, voluntaria u obligatoriamente habían volcado lo infernal de una adolescencia en la participación de actividades culturales. Grupos de universitarios generando por voluntad moral o por ideología social, preuniversitarios populares que funcionaban en espacios donde también habían poetas, músicos y pintores. Trabajos poblacionales en donde igualmente siempre se consideró al arte no como un tema accesorio sino como una posibilidad concreta de despertar y nivelar el capital cultural que se venía a pedazos.

(¿RECORVERSIÓN ALGUIEN SABE LO QUE ES RECONVERSIÓN?)

Acciones de arte y reflexión de cantores barbudos y de grave voz, pintores con acento español, ex mineros poetas.
Profesores–poetas. Profesores–dramaturgos. Profesores–pintores. Profesores–cantores.
Artesanos con rostro indígena, poetizas de rostros indígena, ex mineros que hablaban en una lengua inentendible, TODOS fluía como si fuera natural.
Al INICIO:
Un espacio
Un bar
Un teatro

AL RATO
Dos espacios
Dos bares

Y muchos lugares de los que te podías apropiar para generar por ocio, por vocación, por afición, por pasión, por desenfreno, porque sí y porque no; cultura y manifestaciones artísticas.
(La academia amateur llamada taller vino después, desde la institucionalidad que fuera. Todos en menos o mayor manera te permitían ser, desvariar e improvisar, codeándote con grandes como Andrés Pérez y Alejandro Goig, en teatro. Caamaño en Xilografía, y unos cuantos, no pocos en música y literatura. Todo un flujo al que nunca se le exigió aparente explicación)
Vino entonces el desafío de la creación.
Una ensalada SIN NOMBRE que no sabíamos de qué se trataba, pero funcionaba, la llamamos performance.
Una, dos, tres, cuatro obras, lecturas y montajes colectivos como si el azar fuese hilando los trazos para que todo funcionara a la perfección. Itinerando y leyendo por toda la región con un espectáculo que los artistas populares no entendían pero respetaban, sin drama ni escándalo. Bailando luego en la celebración valsecitos mineros y canciones kitsh que hacía de todo UNA VEZ MÁS

UN CARRUSEL VERTIGINOSO.

Proyectos concursables que nos obligaban a apropiarnos de festivales y administrar el aparataje burocrático del financiamiento del arte, festivales regionales, encuentros nacionales para reflexionar y actuar acerca de lo que es ser joven u artista mucho antes de que supiéramos lo que significaba todo esto.
Y la rueda giraba y se sumaba más y más gente Como si la cosa fuera contagiosa…

¡RECORVERSIÓN, ALGUIEN VIÓ LA RECOVERSIÓN!

En medio Artaud y el teatro de la crueldad confirmaba la importancia de asumir el espectáculo como una peste, DESDE LAS ENTRAÑAS, todo debía ser posible, todo tenía que ser posible, la razón sencilla e indivisible al quehacer cotidiano, era necesario.
DESPUÉS del juego, se presentó el oficio, aprender cual joyero a pulir la piedra bruta para que se MUTASE en algo que pudiera simular una piedra preciosa…
La lectura ya no era convulsiva sólo por necesidad
El placer de conocer
El cine no sólo para vibrar
Transmutarse en personaje
Igual que el Quijote una vida como imitación de una obra del arte.

Nace la pregunta del sentido, lo que sin academia no tenía otra consigna:
Necesidad de espacios para el arte… fuese este cual fuere…
Y la biblioteca pública se aborda
Y el bar del artista se aborda
Y el teatro ruinoso se aborda
Y la casa abandonada se aborda
Y el galpón abandonado se aborda
Y la ruina del muelle se aborda
Y la ruina minera se aborda
Y el parque se aborda
Y el sindicato de cesantes se aborda
Y la calle.

La cosa, esta cosa… se tornaba seria para muchos, época de opciones y con ello de paso a la hipótesis. La universidad aportó discurso, dio nombre a lo que se hacía desde mucho, complejizó la forma, separó las aguas en muchos casos entre lo popular y lo docto. Dividió y segmentó las manifestaciones artísticas entre aquello que entraba y aquello que no en el panfletito turístico de lo que era la ciudad. El trabajo en muchos mermó su oficio de artista, en otros consagró la apuesta.

RECORVERSIÓN, ¿DÓNDE QUEDÓ LA RECONVERSIÓN?

La Política le ganó la batalla a la rabia…
La rabia le ganó al esfuerzo y el esfuerzo sólo queda para algunos, algunos siguen pensando,
pensando mejor las cosas se pusieron difícil,
difícil fue para muchos seguir haciendo arte, arte ni parte ni espacio.

MUCHAS personas defienden, nada se consigue, nadie escucha, nadie entiende nada.
CUANTOS MUERTOS TENÍAMOS YA ENTRE NOSOTROS…
LOS LUGARES SE CAEN, LA CASA NO EXISTE, EL REFUGIO SE ARRUINA, EL MUNDO SE INVADE, PASAN LOS AÑOS
Y EL ÓXIDO
Y EL PERRO
Y EL PERO
Y ÉL
Y ELLA
Y LA
existencia que nos posibilitan vivir.
Expresión histórica de la que se vanagloria el imaginario colectivo, en su deambular que palpita y sangra en señal de vida.
¿Y la reconversión?

UNA EDAD, UNA EDAD QUE SE VUELVE se vuelve una problemática, en HIJOS DE UN intercambio cultural
UNA Crisis,
UN ANONIMATO EVIDENTE E IMPUESTO
Una identidad que se permea y nutre
UN escape que des-construye desde lo particular que es también colectivo.
UNA fisura teñida…
Nuevamente entonces LAS OBRAS Y EL ARTE que es mito, para buscar UNA respuesta parcial, siempre parcial.
Para vincular arte y memoria
Para rescatar poéticas
Para dar UN ABRAZO EN comunidad
Para logar resistencia a la muerte social

AVANCE, PROTESTA, POBREZA, UNIVERSIDAD, ONG, CONOCIMIENTO, POLÍTICA, PERVERSIÓN, AUTONOMÍA, FLUJO, RIZOMA, LENGUAJE.

Colectivizarse para pensar, unirse para crear, escapar… transmutar y heredar una reflexión y un vestigio de un algo perdido.
Nostalgia de todas las cosas. Querer y amar lo nuevo y viejo de la misma forma.
YO CREO –TU CREES –EL CREE
¿CREEMOS?
Producir, CREAR, SENTIR O SEGUIR MINTIENDO y sintiendo
Sobre
Una ciudad que desaparece… un devenir ruinoso hecho espuma… y que como pompa de jabón flota en el aire y huele.
RETOMAR una búsqueda
RESCATAR un sentido. REARMAR una conexión entre todas las cosas y entre todos nosotros, REPENSAR un deber ser personal y colectivo.
REVIVIR a la mujer bruja, porque no podía bajar a la mina
REITERAR el llamado a las muertes que son invisibilidades en arte.
REESCRIBIR cual es mi mirada desde la poesía…
RENOMBRAR lo tachado del habla oficial
RELUCIR la voz de mujeres y sus procesos
RESCATAR los otros vestigios de la historia…
RE–LEER un lugar que se DESDIBUJÓ… donde nadie asumió ni se reconvirtió de acuerdo a los principios éticos
Y actuales.
RECREAR un espacio de encuentro como abrazo, un lugar o un símbolo que distribuya y fluya arte.
Una noción de nosotros mismos, una función con otros que no somos ya nosotros
RECONSTRUIR materialidad dispersa en medio de la vida social NOSTÁLGICA POR Y CON SU GRITO.
UNA constelación de significados, QUE PERMITAN defenderse O preservarse.
















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